Votó Roberto Lavagna: un gesto a la prensa y silencio estratégico sobre el día después

Puntual, como había avisado a los medios, a las 9.30 ya estaba ingresando el candidato de Consenso Federal, Roberto Lavagna, al colegio privado San Francisco de Asís, de Núñez. Unos minutos más tarde estaba esperando en la fila de su mesa como un ciudadano más.

Si bien la temperatura superó los 20 grados, Lavagna no llevó su look veraniego de sandalias con medias. Fiel a su estilo de campaña, fue con una camisa celeste, zapatos de vestir y un saco azul. El exministro de Economía fue el primer candidato a presidente en pasar por las urnas. Aunque había una persona delante de él, sufragó en menos de cinco minutos. Estaba acompañado por su equipo de campaña.

Saludó al presidente y a los fiscales de la mesa 5650 y se encaminó hacia detrás del biombo de cartón que separaba el cuarto oscuro de la urna. Llevó facturas de regalo, pero a diferencia de lo que es habitual, en vez de entregarlas a las autoridades de mesa, se las dio a los periodistas que lo esperaban en el patio de la escuela.

El candidato habló pocos minutos con la prensa, y evitó hacer referencia a las expectativas. "Es el día de la elección. Nos quedan ocho horas, esperemos y tendremos los números", indicó en referencia a los resultados. Además, celebró que el pueblo se expresara y deseó que, más allá de los resultados, mañana la jornada transcurriera en calma. Respecto una posible participación de un eventual gobierno, esquivó: "Eso roza la veda".

Antes de las 10, Lavagna ya estaba fuera del colegio. Inmediatamente iba a ir a su casa, a solo 10 cuadras del lugar de votación, junto con su equipo de campaña, para tomar un segundo desayuno y agradecer el trabajo de sus colaboradores. Antes de ir a votar ya había desayunado junto a su esposa, Claudine.

Lavagna es un hombre que asegura no tener ninguna cábala, y si bien en las PASO desde su entorno contaron que había regado sus plantas, esta vez solo dijeron que el candidato grabó videos deseándoles suerte a los fiscales de su partido.

Luego de su doble desayuno, el economista tenía previsto almorzar pastas con sus tres hijos, Sergio, Nicolás y Marco, y su mujer. "Viene toda mi familia a comer. Habrá pastas rellenas para los grandes y fideos para los chicos", dijo. La salsa será bolognesa.

Recién alrededor de las 20 Lavagna irá hacia el búnker de Consenso Federal en el hotel NH de la calle Bolívar, donde se juntará junto a su candidato a vicepresidente, Juan Manuel Urtubey, la candidata a diputada nacional Graciela Camaño y el resto de los integrantes de las listas.

 

 

 

La Nación.