¡Una fuerza imparable!
Pasan los años, pasa el tiempo y tu presencia sigue intacta en el corazón de muchísimos sanjuaninos.
En estos momentos tan difíciles, donde la desilusión y tristeza embarga a muchísimas familias, escuchar tu voz, tu fuerza y tu mensaje nos devuelve la esperanza, nos marca un camino y nos llena de sueños.
Nos convoca a trabajar unidos, sin egoísmos, con audacia, sintiendo y escuchando lo que le pasa a la gente. Hoy siento que nos convocas a soñar, a dejar todo por los demás, a ser valientes, a sentir que es posible cambiar la realidad con honestidad y mucha solidaridad.
Estoy segura de que nos pides que denunciemos la injusticia, que defendamos los derechos de cada trabajador, que prioricemos la defensa de la vida y la familia, que defendamos los derechos de los niños, jóvenes, mujeres, hombres, personas adultas y con discapacidad.
Estoy segura de que nos pides que elevemos nuestra voz para convocar, unir, solidarizarnos en la construcción de una sociedad distinta, justa y soberana.
Tomo tu guante, abrazo tus sueños y levanto tus banderas. Nada ni nadie puede reemplazarte y te extraño un montón...